En estos nueve meses de vida de Peque. He debido de estar sola una seis veces, siempre de mañana, no más de cinco horas, y siempre para ir de médicos. Hoy me tocó ir a vacunarme de la rubeola y como no sabía como me iba a afectar, preferí dejar a Peque con su afaenado Papá, ya que quedaba durmiendo, el niño, no el papá.
Iba caminando y me sentía ligera, lo achaqué a la libertad. Al cabo del rato me di cuenta de que hacia el mismo camino que cuando iba con el carrito. Y entonces me sentí pesada... me faltaba mi bebé, para ir hablando con él, cantándole, observando como duerme o fijándome cada dos por tres de que no tire nada el suelo y lo perdamos.
Con dos vecinas me crucé y ambas me preguntaron por el niño porque siempre está conmigo. A donde yo voy, él va. Una de ellas preocupada se pensó que iba a verlo al hospital. (Toco madera).
Ya no me sentía ligera, me sentía rota a cada paso que daba alejándome de mi casa, en dónde mi angelito dormiría plácidamente.
Me ahorré más de diez minutos al coger atajados para peatones, en ir a mi ritmo, sin tener que empujar de un carro de unos quince quilos.
Llegué a la consulta, no paré de hablar de Peque con el enfermero, vacuna y vuelta a casa. Ni cuenta me di de subir la cuesta. Entré en casa y ahí estaba el endiablado jugando como un poseso con su piano.
Amplias sonrisas intercambiamos para acabar estrechándolo entre mis brazos.
Si es que se les echa tanto de menos aunque sólo vayamos a estar separados un ratito! Yo también las pocas veces que voy sin él por la calle me siento muy extraña caminando sola, ya no estoy acostumbrada jeje
ResponderEliminarUn beso!
Jejeje Entonces nos entendemos ^_^
Eliminarjeje, qué bonito lo que cuentas!
ResponderEliminarFeliz día♥
María {La cajita de música}
Gracias ^_^
EliminarA mi me pasa lo mismo! Acabo de descubrir tu blog y me ha encantado, ya tienes una seguidora más. Te invito a visitar el mío, si te apetece: http://princessandowlstories.blogspot.com. Un saludin!
ResponderEliminarMuchas gracia por llegar a mi humilde blog, ahora le echaré un ojo a tu blog ^_^
EliminarA mi me pasaba igual.El dia antes de volver a trabajar queria llorar de la pena. Aprovecha todo lo que puedas
ResponderEliminarEso haré ^_^
EliminarEsa sensación de libertad cuando vas sin él por la calle yo también la he sentido... y de echarle más de menos también jeje cómo somos... :) :)
ResponderEliminarTe he dejado un premio en el blog :) besos!
http://www.mangiareamesapuesta.com/2014/06/me-premian.html
Jejeje si es que parece una cosa y acaba siendo otra.
EliminarO no! Más premios, no, por favor Jajajaj
Es que es rarísimo lo de salir a la calle sin los bichillos. A mí me pasa lo mismo: alguna que otra vez voy sola al supermercado y dejo a la bichilla con su padre y me parece que hasta voy andando raro por la calle.
ResponderEliminarJajaja, si es que no podemos vivir con ellos ni sin ellos
EliminarBufff te entiendo perfectamente.... COQUITO Y Yo estamos siempre juntas y pegadas.... Dicen Q tiene dependencia, y yo también.
ResponderEliminarEs normal que no queramos separarnos.. De embarazadas estábamos siempre juntas.
Besicos
Y pensar que hay gente que los tiran a la basura al nacer....
ResponderEliminarEs verdad, estamos tan acostumbradas a ir siempre con ellos que el día que vamos solas nos parece raro. Ayyyy estos enanos que nos cambian hasta el caminar!!
ResponderEliminarSin duda, nos cambian la vida ^_^
EliminarTe entiendo totalmente! aun cuando salir con nuestro bebé es todo una travesía y debemos prepararnos como si saliéramos de viaje, esas salidas sin ellos nos hacen sentir vacías. Aunque a mí me sorprende saber mamás que no lo viven así!
ResponderEliminarAbrazos y besos
quise decir "saber que hay mamás que no lo viven así". Perdón, bebé en upa jaja
ResponderEliminarJajajaj. Se te ha entendido. Y te doy toda la razón ^_^
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