jueves, 31 de julio de 2014

Fase

¡Hola!
Estos días ando muy solicitada. Peque está en una fase de dependencia, apenas me queda tiempo de fregar los platos y poner lavadoras. Me paso más de la mitad del día en la cama con él: jugando y esperando a que caiga rendido de sueño.

Admiro a las mujeres que además de ser madres (y no sólo con uno o dos churumbeles sino que incluso tienen tres) también trabajan. Madrugan para llevar a sus pequeños a guarderías y colegios, se arreglan y se van a trabajar; puede que hayan dormido dos o con suerte, tres horas en total durante toda la noche, por los dientes, por terrores nocturnos, porque están enfermos,... Y no sólo las que trabajan sino que también dan el pecho y eso conlleva sacar tiempo de algún sitio para la extracción. ¿Cómo lo hacéis? A mí me falta el tiempo y estoy todo el día con él.

Muchas veces leo los blogs de otras madres que concilian y me parecen super heroínas, altruístas y con habilidades y poderes que se adquieren en algún momento por necesidad. Llegan de sus trabajos, algunos de degase mental, otros físicos, y otros un poco de ambos. Y tienen la gran paciencia de responder al teléfono de juguete de su hijo, de darles el pecho y lo que haga falta.
¡No os desaniméis, sois mujeres increíbles!

¡Vivan las mamás! ¡Vivan los papás! ¡Viva la crianza natural y nuestr@s pequeñ@s!

lunes, 28 de julio de 2014

¡Menudo Numerito! Camisetas chancleteras

*Entrada promocional*

Gracias a un sorteo en Madresfera he sido una de las ganadoras de una preciosa camiseta de Menudo Numerito (tenéis que pasaros por su blog, tiene ideas originales y muy útiles). Pero no sólo eso, sino que también le ha regalado una similar a Peque.



Nuestros diseños son artesanales y únicos, para que tu camiseta dure bonita por más. Al comprar en Menudo Numerito colaboras con la Fundación Menudos Corazones de ayuda a niños con problemas de corazón.
Visita www.youtube/menudonumerito, léenos en http://menudonumerito.blogspot.com.es/, síguemos en Facebook,  Pinterest , Instagram y Twitter o escríbenos a info@menudonumerito.com

-Mi impresión: Lucía McWeeny ha sido muy amable durante sus emails. El paquete ha llegado rápido y por certificado (cosa que se agradece que muchos paquetes se pierden por el camino), el paquete venía muy bien empaquetado con un gusto refinado.
-La camiseta de mujer (adulto): es de algodón orgánico 100%, de www.hanes.eu de la marca Crew Neck. Lleva encima las especificaciones de lavado y planchado y sin etiqueta (va impreso, cosa que se agradece un montón que siempre me acaban picando).
-La camiseta de niño (infantil): aunque Peque tenga casi once meses y ya utiliza ropa de dos años, la talla más pequeña era 3/4 (98-104 cm) pero se lava y se guarda para dentro de dos añitos que seguro que le vale, además, le va a encantar su diseño y colorido. Es una pena que no sea algodón orgánico, que Peque con la dermatitis atópica, utiliza mucho de esas prendas.

En su blog he visto que también que venden baberos, paños de cocina, delantales, vestidos, sudaderas, rebecas,... Además de las camisetas chancleteras.










#Foto Finde De boda

Durmiendo en la Iglesia


A las 12.30 era la misa, faltaba un cuarenta por ciento de los invitados, una señora me dijo que iban directamente al restaurante (¡qué falta de educación!). Peque se portó de maravilla, se quedó dormido la primera mitad de la ceremonia y la otra mitad estuvo comiendo de"curruncho" de pan. Hubo un obispo que se puso a hablarnos de griego y al final de su discurso de veinte minnutos suelta "como los protagonistas son los novios y no yo, prosigamos con la ceremonia". (¡Pues menos mal!) El otro cura se ponía cantar canciones que sólo él sabía y decía "Ahora todos" y seguía cantando solo, mientras los invitados nos reíamos entre dientes. (Si cantas canciones que sólo tú sabes, ¿quién te va a seguir, ¡alma mía!)
Salimos a las 14 de allí para ir al restaurante. Estuvimos con los aperitivos hasta las 16.30. Después nos fuimos al salón, (hacía un frío terrible, que para los hombres que iban de camisa larga y demás, estarían bien, pero algunas como yo que íbamos con vestidos de cóctel, cortos por arriba y cortos por abajo, nos cogía el frío). Unos quince niños iban de mesa en mesa, diciendo "que se besen, que se besen" a los invitados que iban en pareja. (No, nos tocó. Y el beso de tornillo que iba a darle a Papá iba a ser grandioso, que por cierto, había trabajado la noche anterior y sólo había podido dormir tres horas, y al día siguiente le volvía tocar a trabajar). Hasta las 20.30 estuvimos plato tras plato: cigalas, langostinos, vieiras, lenguado, cabrito, y por último, la tarta.
 Papá estaba que se caía de sueño, todo aquello era muy aburrido, y llevábamos horas sentados comiendo, con grandes intervalos de no hacer nada, tanto era el aburrimiento que en nuestra mesa había silencios muy incómodos.  Le dije que esperaríamos hasta las 21 a ver si habrían el baile, pero llegó la hora y seguían sentados en la mesa hablando con los invitados. Tuvimos que irnos.
Hablé con una amiga que quedó en la boda y que a las 23.30 el DJ los echó del restaurante.

Conclusión: la boda se nos hizo interminable, por lo menos a todos a los de la mesa. Peque hizo la dieta del pan y dormía a ratos hasta que alguien gritaba "¡Vivan los novios!" pero se portó de maravilla, mi bendito niño. Los tres días anteriores a la boda, estuve con gastroentiritis pero no me privé de nada el día de la boda.

Eso sí, la novia iba guapa, guapísima como ninguna. ¡Una princesa en su día!