Discutía (pacíficamente) con mi madre, de donde hacerla pues seríamos unas 20 personas. Yo decía en su casa que tienen sitio y al fin y al cabo es su familia la que viene, ya que mi padre es hijo único y Papá tiene la familia al otro extremo de España. Me dijo que no, que era mejor en el patio cubierto que había que limpiarlo y ya. A lo que me opuse pues es donde hacen sus necesidad los perros, tanto mayores como menores, donde hay un bidón con excrementos caninas, donde tiendo mi ropa, y se pasean los ratones como reyes del lugar.
Al día siguiente, nos fuimos a caminar juntas y salta.
-Madre: Bueno, es mejor hacerlo en tu casa.
-Yo: Pero ¿no querías limpiar el patio y hacerlo allí?
-M: Se puede apartar el sofá y te cogen bien todos. De todas formas está un poco más limpio que el patio.
(-Yo: ¡Carallo que sí! ¿Cómo vas a comparar una casa que se friega cada tres días a un lugar donde mean y cagan los perros? Sólo un poco más limpio....)
En esta ocasión, preferí callar. Asentí y listo.