lunes, 12 de mayo de 2014

Valores

Estábamos mi madre y yo en la hora del baño con Peque que chapoteando en la bañera como si no hubiese mañana, cuando hizo ademán de echarse a llorar con el sueño que tenía. Lo sacamos y secamos y como hacía el intento de ponerse a llorar, mi madre se puso a pegarse en la camiseta, donde tenía una muñeca pintada a la que se le salían los pelos (hilos) y le decía:
-¡Mala, mala, mala! -Mientras se pegaba en la tetas. El niño la miraba y ya rápidamente salté.
-¿Por qué es mala la muñeca?
-Porque está despeinada.- (¡Uy!-Pensé mentalmente.- Aquí hay tema para rato.) Se lo conté después a mi marido y me dijo que era un poco tocapelotas con mi madre pero ella también es ejemplo para Peque y debe tratar de no crear prejuicios en él. Todos tenemos que auto-corregirnos para hacer de nuestros pequeños mejores personas.
-Entonces ¿si una persona va despeinada por la calle, aunque acabe de salir de la peluquería y ese sea el peinado de moda, es mala?
Mi madre me miró mal.
-¡Fea, fea, fea!-Repitió mientras se pegaba a las tetas.
-Entonces ¿es fea porque está despeinada? -Le pregunté cuan lengua de víbora. No supo qué decir.-Antes de juzgar a una persona por su aspecto hay que conocerla. Porque para ti puede estar fea pero puede que haya dormido poco porque tuvo a los niños vomitando toda la noche y al salir de casa para ir a trabajar se olvidó de peinarse y aún por encima la llamas fea (o se lo dices con la mirada) para dejarla aún más por los suelos.
Prefirió seguir cambiado al niño y dejar de decir nada.



Hay que tener mucho cuidado de lo que se dice delante de un niño porque lo pillan todo al vuelo y después es muy difícil dar marcha atrás. 

Os diré que tengo una amiga que hacía años que no veía y cuando me la encontré en el bus, no sé, había engordado unos cuarenta kilos y lo único que llegué a decirle fue "No te reconocía estás tan... gruesa". Pero no se lo tomó a mal, al revés, le hizo gracia. Desde entonces quedamos a menudo con otra amiga más, y a veces vienen nuestras parejas y uno de ellos la alagó por haber adelgazado tanto. Y yo me quedé con cara de póker. "Perdona por no haberme dado cuenta pero es que no te miro al cuerpo sino a la cara." Le contesté y nuestra otra amiga dijo lo mismo.

Eso es lo que quiero para mi hijo que no juzgue a una persona por su tamaño, sexo, religión, cultura, etnia, raza, condición sexual, edad,... porque detrás de todo prejuicio hay una persona que pueda que esté sufriendo. 

Hijo mío: Conoce bien a las personas antes de juzgarlas porque encontrarás amigos leales y podrás alejarte de quienes quieran hacer daño..

12 comentarios:

  1. Muy buenas enseñanzas, yo también quiero educar a mi hijo así.
    Espero que no nos juzguen a nosotros, que yo por más que peino a Gordito él siempre va despeinado jejeje...
    Un beso!

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    1. También el mío a veces va sucio de haberse manchado con la merienda pero (sobre todo en invierno) no tenía más ropa y tenía que ir con una pequeña manchita en la rodilla del pantalón. Y mi madre que me riñó por llevar al niño manchado, le dijo una señora que pasaba por allí "si los niños no se manchan, no son niños". Así que deja que tu peque se despeine que es un niño, ¡qué disfrute! Y dejemos las apariencias para cuando sean mayores.

      ¡Saludos!

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  2. Cierto, hay que tener mucho cuidado con lo que hablamos delante de ellos, cómo dices lo pillan todo.
    A mi tampoco me gustaría que mi hijo juzgase a nadie por su aspecto físico,

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    1. Es que son esponjas. Este enano con sus ocho meses, hace el ruido de lanzar besos, dice "ven" con la mano, juega al cucu conmigo (no yo con él),... Y yo nada le he enseñado, lo va aprendiendo al día a día.

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  3. Que razón tienes, a mi no me gusta que se juzgue a una persona sin conocerla es más, ni conociendola y mucho menos por su aspecto físico. Además con los niños hay que llevar mucho cuidado ¡lo captan todo!.

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    1. A veces da miedo...
      Ayer fuimos a una cafetería y había un hombre detrás de nosotros cagándose en algo cada dos frases, yo miraba para el niño pero al ser tan pequeñito no se enteraba y menos mal, cuando se empiece a enterar, lo que haré será marcharme del lugar porque ¡vaya!

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  4. Sí que tenemos que cuidar lo que decimos delante de ellos porque luego lo asumen y lo copian, por eso, cuantos menos perjuicios les mostremos, mejor!

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  5. esa última frase es repetir todos los días. ojalá se cumpla.
    un beso

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  6. Me ha parecido genial que rebatieras los argumentos de tu madre, al final la dejaste sin palabras. Hay que tener mucho cuidado con lo que hacemos o decimos, porque parece que tienen una antena parabólica y todo lo oyen y lo ven.

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    1. Pues imagínate como se quedó mi madre que ella se cree tan perfecta y toda la culpa la tienen los demás aunque sea de ella.

      Hay que tener un cuidado...

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