miércoles, 6 de agosto de 2014

¡Es para grabarlos!

El otro día, Peque y yo fuimos con mis padres al pueblo. Se pusieron a hablar de cosas, entre ellos, hasta que llegó la conversación del nuevo chino que abrieron en nuestro pueblo (uno de todo a cien, no de comer).

-Padre: Yo entré buscando una cosa pero no la tenían.
-Madre: bueno, por lo menos entraste con intención de comprar.
-P: es un lugar enorme, no lo parecía desde fuera. Y ¡sólo había mujeres y niños*!
-M: ¡Pues claro! Los hombres duermen en pisos de lujos en la ciudad para tenerlos a todos controlados.
-P Y entonces, ¿dónde duermen estos?
-M: ¡Dónde van a dormir! Pues la tienda. Habilitaron las oficinas de la nave para dormir.
-P: Y ahí, ¿van a dormir?
-M: ¡Pues claro! Esos duermen amontados en cualquier sitio.

Cuando dijo esto último no puede evitar pensar en los hámsters que venden en la tienda del Carrefour, todos hechos bolas, unos encima de otros, ¡amontonados! Y me reí en bajito para no cortarles el rollo jejeje.

*Niños no eran que ya son adolescentes de más de dieciséis pero ellos ven niños de diez años explotados laboralmente.

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